Una actriz de ‘Puñales por la espalda’ habla sobre Ana de Armas: “Lo digo con auténtica vergüenza, pero, como venía de Cuba, creí que era poco sofisticada” Infobae
No hay muchas actrices a día de hoy que puedan presumir ser reinas del grito. Jamie Lee Curtis, sin embargo, lo es, y además parece que viene de familia: si su madre, Janet Leigh, pervive a día de hoy como una de las actrices más icónicas con sus alaridos en la ducha en Psicosis, Jamie Lee Curtis se ganó por derecho propio el título tras protagonizar Halloween, de John Carpenter, y las secuelas que siguieron a este icónico título de terror.
Curtis ha trabajado también en otros grandes éxitos cinematográficos, como Un pez llamado Wanda, Mentiras arriesgadas o, más recientemente, Todo a la vez en todas partes... incluso tiene un papel destacado en la serie de The Bear, donde interpreta a la madre de Carmy. Sin embargo, no hay ningún éxito en el mundo capaz de protegernos frente a la posibilidad de equivocarnos, algo que en el caso de la famosa actriz ha quedado más que patente con una confesión relacionada con otro de sus últimos éxitos, la película Puñales por la espalda, y su compañera de rodaje, la cubana-española Ana de Armas.
“Poco sofisticada e inexperta”
En este largometraje, Curtis da vida a una matriarca adinerada y altiva. La cámara la enfoca como el rostro del poder familiar, mientras el resto de los personajes orbitan en torno a su autoridad. A su lado, la joven Ana de Armas asume el desafío de encarnar a Marta, una enfermera inmigrante que — contra todos los pronósticos y presiones — termina en el centro del misterioso enredo que mueve la película.
Nacida en Cuba y ya instalada en Hollywood, De Armas aún no alcanzaba el fulgor internacional que le reservarían años posteriores, pero poseía la firmeza de alguien dispuesto a sobreponerse a cualquier frontera, visible o soterrada. Sin embargo, el primer encuentro entre Jamie Lee Curtis y Ana de Armas estuvo signado por los prejuicios y las incógnitas. En una entrevista concedida a la revista Elle, Curtis ha admitido sin rodeos cómo la percepción inicial que tuvo de su joven compañera distaba mucho de la realidad. Según sus propias palabras, “Supuse, y lo digo con auténtica vergüenza, pero, como venía de Cuba, creía que era una joven poco sofisticada e inexperta porque acababa de llegar”.
Un rápido cambio de parecer
La sorpresa, sin embargo, no tardó en materializarse. El talento y la fuerza de voluntad de Ana de Armas la sorprendió mucho. Tanto la capacidad interpretativa como las redes de contacto de la actriz cubana llamaron poderosamente su atención. Impulsada por ese descubrimiento, Curtis pensó en presentarla a personalidades de la industria como Steven Spielberg, e incluso a sus propios ahijados, los actores Maggie y Jake Gyllenhaal. El desconcierto llegó cuando Ana le dijo que ya conocía a este último, demostrando que, pese a su juventud, se movía con soltura entre los engranajes del cine estadounidense.
La evolución del vínculo entre ambas actrices no solo se cristalizó en gestos de camaradería, sino que también permitió a Jamie Lee Curtis conocer a Ana de Armas, desmarcándose del estereotipo que antes marcaba su forma de mirarla. De hecho, para Curtis, Ana de Armas “no es tan sofisticada como quizás las campañas publicitarias quieren hacernos creer”. Sin embargo, destaca que la joven actriz “se implica, se interesa, es curiosa y hace muchas preguntas”.
En la misma línea, en una reciente entrevista con Infobae, la histórica intérprete se pronunció de nuevo acerca de su compañera cubano-española. “Es mágica”, la alabó entonces. Me sorprendió trabajar con alguien tan divertida, joven y nueva. Es cubana. Hablamos de sus raíces, lo pasamos muy bien".
