EN VALLADOLID NO HABRÁ CHISPA DE LA REVOLUCIÓN Sol Yucatán
Redacción/Sol Yucatán
Valladolid, Yucatán. – La fuerte lluvia que cayó este martes en el centro histórico no logró desalojar a los maestros en huelga. Con lonas improvisadas y bajo el agua, los docentes que mantienen el plantón frente al palacio municipal reafirmaron su determinación: “llueva o truene, aquí seguimos”.
La tormenta sorprendió por la mañana a quienes pernoctan en la plaza principal como parte de la huelga nacional convocada por el magisterio. A pesar de las condiciones adversas, los maestros permanecieron firmes en su protesta, exigiendo mejores condiciones laborales, aumento salarial digno y respeto a sus derechos adquiridos.
En este contexto, el H. Ayuntamiento de Valladolid emitió un comunicado oficial para informar que, por respeto a la lucha del magisterio, este año no se llevará a cabo la representación escénica de La Chispa de la Revolución, tradicionalmente realizada en esa misma explanada.
“La conmemoración representa un homenaje a quienes han alzado la voz por la justicia y la dignidad, y hoy reconocemos que el espacio que usualmente alberga esta actividad está siendo ocupado por otra expresión legítima de lucha social, la del magisterio”, señaló el comunicado.
La cancelación del acto no significa olvido, indicó la autoridad municipal, que aseguró que conmemorarán la fecha de forma distinta, “manteniendo vivo el espíritu de la Revolución y sus ideales, desde el respeto y la solidaridad”.
Docentes de distintas regiones del oriente de Yucatán agradecieron públicamente la decisión del Ayuntamiento, señalando que es un gesto de reconocimiento hacia una lucha justa que busca rescatar la dignidad del trabajo docente.
“Nos mojamos, sí, pero la causa lo vale. Somos herederos de esa misma chispa revolucionaria, y no vamos a claudicar. El gobierno tiene que entender que esta lucha apenas comienza”, dijo una profesora originaria de Chemax.
En tanto, los maestros continúan recibiendo apoyo de organizaciones sociales, padres de familia y ciudadanos que les han proporcionado agua, alimentos y cobijo. El campamento magisterial se mantiene activo con asambleas, actividades informativas y guardias por turnos.
Ni el clima ni la presión de las autoridades han logrado desmovilizar a los maestros que, bajo la lluvia y con el espíritu firme, han convertido la plaza de Valladolid en símbolo vivo de resistencia.
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