CIUDAD DE MÉXICO (29 de julio de 2025).— La histórica reforma para reducir la jornada laboral en México de 48 a 40 horas semanales ya tiene ruta definida. El gobierno federal, por instrucciones de la presidenta Claudia Sheinbaum, comenzará en 2026 una implementación gradual que concluirá en el año 2030, con el objetivo de garantizar dos días de descanso obligatorio por cada cinco de trabajo.
Así será la transición año por año
El plan progresivo, diseñado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), contempla una reducción de dos horas por año:
2026: 46 horas semanales
2027: 44 horas semanales
2028: 42 horas semanales
2029: 40 horas semanales
Con ello, México dejará de estar entre los países con las jornadas laborales más extensas del mundo. Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), actualmente 27% de los trabajadores mexicanos laboran más de 48 horas a la semana.
Modelos flexibles de jornada
Para atender la diversidad de sectores, la STPS ha propuesto tres modelos de horarios con enfoque en la conciliación entre vida personal y productividad:
Lunes a sábado, jornadas reducidas de alrededor de 6 horas con 40 minutos diarios.
Semana de cinco días, con jornadas de 8 horas diarias y dos días de descanso.
Modelo intensivo, con 10 horas diarias durante cuatro días, dejando tres días libres.
Estas opciones buscan adaptarse a diferentes sectores y preferencias laborales, promoviendo al mismo tiempo bienestar social y eficiencia económica.
Diferencias según el tamaño de la empresa
La reforma también contempla esquemas diferenciados de implementación para no poner en riesgo a los pequeños negocios. El Diario Oficial de la Federación establece que:
Microempresas (hasta 10 empleados) tendrán el plazo más amplio para adaptarse.
Pequeñas y medianas empresas (PyMES) contarán con periodos intermedios y podrán recibir apoyos fiscales o técnicos.
Grandes corporativos deberán realizar los ajustes en menor tiempo, dada su mayor capacidad operativa.
¿Qué sigue?
Tras los foros nacionales de consulta, el debate ya no gira en torno a si se debe reducir la jornada, sino cómo implementarla. Aunque no hay una fecha nacional única para la entrada en vigor, el compromiso del Ejecutivo es que en 2030 todos los trabajadores mexicanos gocen de la jornada laboral de 40 horas.
Esta reforma marca un cambio histórico en el mundo del trabajo en México, con beneficios esperados en salud mental, convivencia familiar, productividad y calidad de vida.