Leyenda: recuerdo invaluable del juego perfecto de Ángel Macías en Williamsport Excelsior

Héctor Linares“Ángel Macías se convirtió en el hombre más grande de las Ligas Pequeñas”, publicó el New York Daily News luego de la hazaña  del juego perfecto del pitcher mexicano en la Serie Mundial de Williamsport.
Fue el colofón ideal  para la histórica participación del equipo infantil de Monterrey, que se convertía en el primer extranjero en ganar el título aquel viernes 23 de agosto.
TE RECOMENDAMOS: Renee Patricia Murillo le da brillo al diamante en una novena de varonesMacías, de entonces 12 años, logró conquistar a los 8,500 aficionados reunidos en el Memorial Park, gracias a su dominio en el centro del diamante para vencer 4-0 al equipo de La Mesa, California.
La máxima joya para un lanzador la consiguió el mexicano con 11 ponches, no permitió que algún batazo saliera del cuadro y sólo a tres rivales los llegó a colocar en tres bolas.
Macías, quien regularmente lanzaba de derecho, también lo podía hacer de zurdo, al igual que era ambidiestro como bateador.
La concentración del lanzador mexicano fue total, que incluso no sabía que estaba lanzando un juego perfecto.
Ni por la mente nos pasó el perfecto a nadie, sólo se dio la situación”, recordó Macías en una entrevista con Excélsior en 2007 en el 50 aniversario del campeonato.
“Nadie me dijo nada, me dejaron hacer las cosas.
A lo mejor si me dicen de que estaba el juego perfecto, sí me hubiera puesto nervioso”, agregó.
CONSIDERABA SU JOYA DE PITCHEO COMO ALGO CIRCUNSTANCIALEn aquella entrevista, Ángel Macías consideró que el juego perfecto fue circunstancial.
Lo recuerdo como un juego que ganamos como los demás.
Para nostros era algo nuevo y lo del perfecto fue circunstancial, nuestro sueño era ganar el campeonato, lo otro fue algo fuera de lo contemplado”.
Macías, quien llegó a jugar beisbol profesional tanto en la Liga Mexicana de Beisbol como en la Liga del Pacífico, reveló que por aquel campeonato, los jugadores del equipo de 11-12 años, recibieron una beca al 100 por ciento para estudiar en los mejores colegios de Monterrey e incluso una carrera universitaria.
Fue algo muy bonito, un campeonato mundial que nadie se esperaba, que no se veía cercano y desde entonces el beisbol de liga pequeña creció mucho fuera de Estados Unidos”, expresó en la entrevista publicada en 2007.
  En los tiempos en los que los Dodgers jugaban su última temporada en Brooklyn y enfrentaban a los entonces Bravos de Milwaukee, con el jonronero Hank Aaron castigando al pitcher estrella Sal Maglie con su vuelacercas 35 de la temporada, un grupo de 14 peloteros mexicanos que había iniciado su aventura cuatro semanas atrás se coronaba en Williamsport.
  Fue la primera ocasión que un equipo extranjero se coronaba en la Serie Mundial de Ligas Pequeñas, torneo que en ese 1957 cumplía 11 años.
El drama acompañó a todo el duelo final, ya que la pizarra se mantuvo sin anotaciones hasta la quinta entrada cuando el equipo mexicano logró las cuatro carreras, gracias a un par de sencillos, dos bases por bolas, un batazo de sacrificio y además un error del equipo estadunidense.
En total, el equipo de Monterrey conectó tres imparables en las seis entradas reglamentarias.
Por conducto de Enrique Suárez y Norberto Villarreal, además de un doblete de José Maiz.
*La sección deportiva deExcélsior relató la hazaña.
 Macías logró manejar sus lanzamientos rápidos, mezclados con curvas, según la crónica del encuentro al que se considera como uno de los mejores.
  Aquel duelo se mantiene como el único juego perfecto en una final de Willamsport.
Al terminar con su joya, Ángel Macías fue cargado por el manager César Faz y ambos lucen jubilosos en una oportuna fotografía que se publicó en Excélsior.
El episodio final de una historia de un cuento de hadas fue escrito en el Memorial Park.
” redactó el corresponsal del Times.
El equipo acumuló 12 victorias en su paso por McAllen, Corpus Christi, y Fort Worth hasta llegar al destino final que era Williamsport.
Ángel Macías logró cinco triunfos y además conectó tres jonrones.
El equipo mexicano fue recibido en la Casa Blanca y fue invitado por los Dodgers a un juego.
Luego paralizaron a  todo México en su regreso.
Uno los episodios memorables para el deporte mexicano y que lamentablemente Ángel Macías comenzó a olvidar desde que se le diagnóstico Alzheimer hace más de cinco años.
El famoso lanzador murió el domingo por la noche a los 80 años.
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