Más de 30% de estudiantes de Coahuila requiere apoyo en Cálculo Mental Vanguardia.com.mx
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A pesar de los avances en lectura y producción de textos, el cálculo mental sigue siendo el área con mayores deficiencias entre alumnos de primaria y secundaria en Coahuila, según los resultados del Sistema de Alerta Temprana (SisAT), una herramienta de evaluación aplicada a más de 493 mil estudiantes durante el ciclo escolar 2024-2025.
En primaria, el diagnóstico inicial mostró que el 37.
55 por ciento del alumnado se encontraba en nivel rojo en cálculo mental, es decir, requiere apoyo, y aunque esta cifra bajó a 17.
37 por ciento al cierre del ciclo, el número de alumnos en nivel esperado (verde) apenas creció del 26.
1 por ciento al 29.
45 por ciento.
La mayoría, el 50.
9 por ciento, quedó en nivel amarillo, lo que indica que aún están en desarrollo de esta habilidad.
TE PUEDE INTERESAR: Estudiantes del Instituto Tecnológico de Saltillo participan en el ‘Chinese Bridge Summer Camp’ en ChinaEn secundaria, los resultados del examen de diagnóstico aplicado al inicio del ciclo señalan que el 33.
52 por ciento del alumnado fue clasificado en rojo y, al finalizar, el porcentaje apenas se redujo ligeramente a 32.
42 por ciento.
Solo uno de cada cuatro estudiantes (25.
75 por ciento) alcanzó el nivel esperado en cálculo mental, mientras que otro 32.
09 por ciento se ubicó en nivel intermedio.
El Sistema de Alerta Temprana (SisAT) es una herramienta nacional que permite identificar a los alumnos que están en riesgo de no alcanzar los aprendizajes clave o incluso de abandonar sus estudios, lo que destaca la urgencia de propiciar el desarrollo de esta habilidad en el ciclo próximo a comenzar.
En el caso de lectura y generación de textos, hubo mejoras evidentes, aunque alrededor del 50 por ciento aún necesita reforzar estas competencias.
En primaria, por ejemplo, el porcentaje de alumnos en verde en lectura pasó de 27.
2 por ciento a 52.
86 por ciento, y en generación de textos, de 22.
89 por ciento a 48.
5 por ciento.
En secundaria, lectura pasó de 32.
85 por ciento a 42.
9 por ciento, y en generación de textos, de 22.
23 por ciento a 35.
29 por ciento.
