Peña Nieto asoma la cabeza, critica la cancelación del Aeropuerto de Texcoco y de inmediato lo acusan de recibir sobornos relacionados con Pegasus Libertadbajopalabra.com
Muy tranquilo estaba Enrique Peña Nieto en su autoexilio de lujo, pero de repente se le ocurrió opinar para criticar la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco. La respuesta ocurrió casi de inmediato, de manual. La publicación de un reportaje en el que acusan al expresidente de presuntos sobornos por la compra del software Pegasus. Una investigación publicada por el medio israelí The Marker ha señalado a Enrique Peña Nieto (2012-2018), por presuntamente haber recibido un soborno de 25 millones de dólares de dos empresarios israelíes, Uri Emmanuel Ansbacher y Avishay Samuel Neriya, para facilitar la venta del software espía Pegasus y otros contratos gubernamentales durante su administración. Según el reportaje, los hechos habrían iniciado en 2012, cuando Peña Nieto era candidato presidencial del PRI.
La información proviene de un acuerdo conciliatorio firmado en 2024 entre Ansbacher y Neriya, tras una disputa legal que pasó de un arbitraje secreto a un proceso civil en Jerusalén. En los documentos, se menciona una “inversión conjunta” de 25 millones de dólares en una “figura de alto rango” identificada como “el N”, en referencia a Peña Nieto. Una fuente citada por The Marker sugirió que los fondos se destinaron probablemente a financiar la campaña presidencial de Peña Nieto en 2012. A cambio, los empresarios habrían obtenido contratos con agencias mexicanas como la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Procuraduría General de la República (PGR) y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) para la venta de Pegasus, además de otros proyectos como drones, uniformes militares y seguridad penitenciaria.
El domingo 6 de julio de 2025, Peña Nieto reapareció en redes sociales para desmentir las acusaciones, calificándolas como “falsas” y “carentes de sustento”. En un mensaje publicado en X, lamentó la falta de “rigor periodístico” y cuestionó los intereses detrás de la publicación. Hasta el momento, no ha emitido más declaraciones, y The Marker señaló que no obtuvo respuesta del expresidente al intentar contactarlo.
